Aquello que no puedes controlar, aquello que te trae desgracias, forma lo que somos.

Los perfectos son mediocres, los creadores son diversos.

Hace unos años, para despedirme por completo de mi obsesión por la perfección en la escritura, hice una declaración de estilo radical y estuve loco durante mucho tiempo, hasta el punto de que ni yo mismo podía soportarlo.

Luego, Li Ruyi me advirtió en su blog: "La creación no es algo elegante, es como defecar, solo puedes hacerlo con cuidado para que sea elegante y no afecte a los demás".

Después de eso, mi estilo se volvió mucho más moderado.

En el último año, la IA me ha hecho sentir cada vez más la importancia de los prejuicios, de ser radical.

Cuando le pedí a Claude que me ayudara a escribir una novela, siempre le faltaba un poco de inspiración, siempre parecía rígido y sin vida, en realidad, esa sensación es la falta de prejuicios.